Pero creo que es hora de hablar de mi misma para que cuando este escrito ya sea un pasado para mí las cosas importantes que debo decir se queden guardadas aquí para quien quiera leerlas con su libertad de sentir felicidad, tristeza o aburrimiento por lo que lee.
Es fácil definir mí pasado con una sola palabra: horrible.
Mi pasado fue horrible y lleno de errores de los cuales mi vida eligió los que me enseñarían algo y los que no lo harían.
Mi pasado me atormento durante mucho tiempo no dejándome respirar con la presión que hacía en mí. Muchas veces permitimos que todos nuestros recuerdos invadan el espacio del presente demostrando lo fina que es la línea entre ellos y así acabamos hundidos en nuestra memoria, sin estar dispuestos a olvidar.
La verdad es que puede que sea porque en aquel momento no tenía nada importante por lo que vivir en el presente, nada bueno ni malo. Mi presente estaba vacío.
Pero entonces es cuando el mundo cambio mi forma de pensar y de ver las cosas, o tal vez la cambie yo. La verdad es que no lo sé pero solo sé que a partir de que el mundo me viera cambiar me empezó a dar cosas para demostrarme que merecía la pena cambiar.
La vida me ponía cosas delante y en mi estaba el decidir cogerlas o no fijarme en lo que pasaba ante mis ojos.
Y entonces llego un día en el mundo me demostró que no hacía falta buscar para encontrar, encontré algo que los demás suelen llamar media naranja pero a mí no me gustan las naranjas así que lo dejaremos en mi medio corazón.
De esto hace nueve meses pero aún sigue siendo una de las piezas fundamentales del rompecabezas que es mi vida, el me ayudo a entender las demás piezas y donde iban.
Si digo la verdad, yo estaba más perdida que cualquiera en el mundo.
Él es mi brújula, cuando me pierdo me ayuda a encontrarme. Es una de las cosas más preciosas que puede estar en mi vida, creo que incluso podría ser la más preciosa.
Pero no es precioso solo por su apariencia, porque en realidad las cosas bellas no son las que se ven sino las que se sienten.
Lo que me lleva al presente. Mi presente está compuesto de los caminos que llevan a mis sueños.
No es que mi presente visto desde este instante sea la mejor cosa del mundo pero sé que si sigo por este presente me llevara adonde quiero llegar.
Ahora mismo mi vida está hecha de personas y de ganas de hacer cosas con y por esas personas.
Gracias a ese medio corazón que el pasado me dio fui capaz de formar un presente, un presente que merezca la pena y que cuando lo mire años después pueda decir que estoy orgullosa de él.
Hay veces que necesitas que el mundo te de ese empujoncito para comenzar a vivir y a mí me lo pego, un empujoncito con nombre y apellido que me besa, me abraza y me quiere.
Nada se equivale a la sensación que yo tengo ahora. La sensación de ser importante para alguien, de que tener algo por lo que luchar cada día y saber que alguien te acompañara en el camino a tus sueños para que cuando llegues sana y salva puedas abrazarte a él, y gritar juntos que las cosas no son imposibles.
Antes las cosas eran difíciles y los días nublados, ahora aunque salga un día nublado siempre tendré a mi arcoíris recordándome que por muy malos días que tengas el siempre estará ahí para hacerme reír y para que vea que la vida es hermosa.
Sé que esto debería terminar con una descripción de mi futuro pero es imposible describir algo que no sabes como es. Solo sé que es por lo que lucho cada día y que me gustaría que fuera de una manera pero el mundo ya me demostró que aunque las cosas no salgan como quieres siempre habrá algo hermoso tras lo que consigas.
Me conformo con vivir el presente en dos corazones y estar en otro lugar gracias al pensamiento de otra persona.
Vivir así es como vivir dos vidas pero dos vidas que solo juntas tienen sentido.
Me conformo con vivir mi hermoso presente que aunque tenga borrones es un cuadro hermoso que enseña que la felicidad no se busca, viene sola y tampoco se atrapa, solo se contempla cuando pasa.
Y ahora es cuando está pasando, así que voy a aprovecharlo.
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